domingo, 24 de noviembre de 2013

¿CUÁNDO ACABARÁ ESTA CRISIS?


Hace cinco años aproximadamente que España ha entrado en una crisis económica muy pronunciada. Cada día va a peor la cosa, hay que reconocer que es muy difícil ser optimista en estos tiempos que corren, ya que no pasamos por un buen momento en el tema económico.
Hay motivos para pensar que muy lejanamente hay una pequeña luz al final del túnel, un tanto lejos, pero puede haber una pequeña posibilidad de que salgamos de esta crisis. 
Charles Butler, en Ibex Salad,enlaza un informe del Arcano Group con una explicación bastante razonable. Las ideas principales por las que hay una crisis económica son:
  • a. El país, tras años de crisis y espantosas contracciones salariales, está recuperando la competitividad.
  • b. Hay mucha exportación, el sector turístico sigue siendo muy competitivo. El déficit por cuenta corriente lleva una temporada en superávit, sin ir más lejos.
  • c. Los problemas de la banca están en vías de solución, con el gobierno y la UE finalmente poniendo el dinero que hacía falta.
  • d. Los gobiernos autonómicos están por fin haciendo los ajustes fiscales que necesitaban, con el país poniendo sus presupuestos en orden.
  • e. Los precios de la vivienda parece que tocará fondo el año que viene.
La principal idea de estos apartados es que la gran subida de la tasa de paro ha acabado con el poder adquisitivo de los asalariados lo suficiente para conseguir recuperar la competitividad, ya sea destruyendo tanto a las empresas que llevan muchos años en el mercado o a las personas jóvenes emprendedoras. Pero gracias a las grandes compañías españolas eficientes han conseguido que poco a poco se vuelva a exportar.
Aunque hay que decir que la crisis seguirá empeorando durante los próximos meses debido a la gran contracción fiscal este año y el que viene, pero este ajuste dejará de ejercer de freno el año 2014. Podemos decir que se puede atisbar el final de la contraccion, pero en ningún caso se puede hablar todavía del final de la recesión.Con los bancos finalmente recapitalizados, el sistema financiero estará listo de aquí 18-20 meses para empezar a ayudar.

Creo que la clave para que vaya mejorando esta crisis es disminuir el paro, es decir, darle más puestos de trabajo a las personas que están en el paro, ya que así habrá mas productividad. 
Hay que destacar que el turismo y la exportación es muy impotante también para poder salir de la crisis económica, ya que ésto hace que entre unos países y otros se formen lazos y pueda haber unos ingresos favorables para el país. Aunque también una manera de poder disminuir esta crisis es, que las personas que poseen más recursos podrían tirar más de la economía , ya que así generaría un mayor consumo y haría que aumentaran los puestos de trabajos, con lo que favorecería a que la crisis disminuyera en estos tiempos.

Tarde o temprano tiene que acabar la crisis en España, todo esto es un proceso cíclico, esto quiere decir que es un proceso que se repite cada cierto tiempo, como por ejemplo, ya sabemos que en 1929 también hubo una gran crisis económica de la cual también duró muchos años, pero salieron de ella.


Bibliografia: http://politikon.es/2012/11/15/cuando-acabara-la-crisis-en-espana/#

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La tragedia de Lampedusa: ¿dónde está la moral europea?

La tragedia de la muerte de cientos de seres humanos que huían de la desesperación en zonas de terrible conflicto obliga a resonar de nuevo la alarma en la conciencia de Europa. No basta expresar compasión, ni es suficiente lamentar y condenar la falta de solidaridad que habita en la desigualdad, la injusticia y la miseria que lleva a tantos africanos a arriesgar la vida y, a cada tanto, a perderla.
Europa debe hacer frente de una vez a sus responsabilidades. Para empezar, realzando la transformación y el impulso experimentados por el Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia en el Tratado de Lisboa. Y consecuentemente, con una política exterior comprometida realmente con los derechos humanos y los valores y principios con que el Derecho Europeo gusta de llenarse la boca. La política de asilo y refugio y de gestión de las fronteras exteriores y la circulación de personas es, ahora por fin, desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa (1 diciembre 2009) una política europea, sujeta a la legislación del Parlamento Europeo. El Parlamento Europeo ha completado en el curso de esta legislatura (2009-2014) la adecuación a Lisboa de todo el derecho de asilo y del espacio Schengen de circulación de personas. Y sin embargo, tanto el Consejo (que representa a los gobiernos nacionales) como particularmente algunos de los Estados miembros continúan todavía comportándose como si fuera su competencia exclusiva.
Es preciso reforzar la cooperación con los países de origen, e incrementar el apoyo económico y social al desarrollo de los pueblos sometidos actualmente a la exasperación de la desigualdad y apoyarla anímica y socialmente.
Deben intensificarse las relaciones diplomáticas y de cooperación con los países de tránsito, y es preciso reforzar el apoyo a la gestión de flujos de inmigración en el Mediterráneo.
Hay que abrir de una vez los canales legales para la inmigración. Hay que denunciar, combatir y derrotar la actual mirada hostil a la inmigración en sí: la misma mirada al prejuicio que, de acuerdo con el enfoque conservador dominante en Europa, pretende que la inmigración es, sin más, una "amenaza a la seguridad interior". No lo es: es un factor dinamizador y una contribución a la reanimación de una Europa sumida en una profunda crisis política y moral.
Además, hay que asumir de una vez que las fronteras exteriores de cada Estado miembro deben ser controladas y gestionadas como fronteras comunes de la UE: son un genuino desafío de política europea, y deben ser gobernadas desde instituciones comunes y responsabilidades compartidas.
Además, todos estamos obligados a proveer ayuda y auxilio ante la desesperación. La denegación de auxilio es un delito en España. ¡La responsabilidad penal de quienes rehusaron ayudar a los somalíes y eritreos que estaban ahogándose en el mar debe ser depurada hasta sus últimas consecuencias! Y la indigna legislación italiana en la materia debe ser derogada de inmediato, conformándose a estándares europeos que reflejen un mínimo de dignidad colectiva: ese es el retrato moral que Europa ofrece actualmente ante el mundo. Y es del todo inaceptable.
Finalmente, es preciso incrementar la financiación 2014-2020 en todas y cada una de las áreas de procesos de cooperación, inmigración y operaciones de rescate y salvamento marítimo. Vaya este mensaje rotundo a los gobiernos que racanean los imprescindibles recursos con el pretexto de la crisis que sus disparatadas políticas han contribuido a prolongar.

LA CRISIS ECONÓMICA ESPAÑOLA

Los siglos XIV y XV estuvieron marcados por una profunda crisis demográfica, económica y poítica. En Castilla la crisis tuvo su apogeo en el siglo XIV, mientras que en Aragón y Cataluña el momento peor fue el siglo XV.

Crisis demográfica 

Las malas cosechas se repitieron a lo largo de estos siglos. Las técnicas agrícolas no habían evolucionado lo suficiente para evitar los estragos causados por la mala climatología. 
El ciclo se repitió varias veces: malas cosechas, escasez de alimentos, carestía, hambre. En esas circunstancias de desnutrición, la población era fácilmente atacada por las epidemias. La Peste Negra 1348-1851 fue la más brutal, pero no la única. Se estima que en algunas zonas la población descendió entre el 20 y el 40%.

Crisis económica 
Crisis demográfica golpeó duramente a una agricultura que no había evolucionado tecnológicamente. Amplias zonas se despoblaron, reduciéndose las tierras puestas en cultivo a la vez que, en muchas zonas, escaseaba la mano de obra campesina. Eldescenso de las rentas de los grandes propietarios, la nobleza, fue  la  lógica  consecuencia de esta situación.

Esta nueva situación (falta de mano de obra, zonas despobladas y tierras no cultivadas que podían ser utilizadas para pastos) llevó a que en Castilla la ganadería transhumante ovina se impusiera como principal actividad económica.  Los privilegios del Honrado Concejo de la Mesta, asociación de los grandes ganaderos castellanos fundada por Alfonso X el Sabio en el 1273, aumentaron notablemente.

La artesanía también entre en declive ante el descenso de la demanda provocado por el descenso demográfico y el empobrecimiento de la población.
El comercio fue la actividad menos afectada por la crisis:
El comercio castellano continuó creciendo.  Basado en la exportación de lana y la importación de productos manufacturados de lujo y dirigido esencialmente a Flandes..
El comercio catalán en el Mediterráneo , se basó en la exportación de productos textiles y la  importación de sedas y especias, se mantuvo en el siglo XIV, aunque decayó en el XV.
En estos siglos hubo importantes avances comerciales: ferias (Medina del Campo), consulados (catalanes por todo el mediterráneo), técnicas bancarias (letra de cambio, sociedades mercantiles)

Crisis social
La disminución de ingresos de la nobleza llevó a que los grupos sociales dominantes intensificaran la explotación del campesinado estableciendo nuevos y más duros derechos señoriales.
La reacción campesina llevó a diversos levantamientos en el siglo XV:
  • Guerras irmandiñas en Galicia.
  • Payeses de remensa en Cataluña. Este conflicto concluyó con Semtencia arbitralde Guadalupe de 1486 adoptada por Fernando el Católico. La sentencia puso fin a la última reminiscencia de la servidumbre medieval en España.
El malestar social dio lugar a otros tipos de conflicto. Conflictos sociales urbanos, como el que enfrentó a la Biga, alta burguesía, y la Busca, clases populares, en la Barcelona del siglo XV. Rebrote del antisemitismo que llevó a múltiples pogromos contras las comunidades judías en el siglo XIV y XV . Como resultado de esta violencia, muchos judíos se convirtieron al cristianismo. Serán los conversos o cristianos nuevos.

Crisis política

La crisis generalizada tuvo también su expresión política. El foco de conflicto principal fue la pugna entre los monarcas y los grupos privilegiados, nobleza y clero, por la hegemonía política.
En Castilla hubo varios conflictos de gran gravedad:
  • La guerra civil entre Pedro I y ENrique de Trastámara a fines del siglo XIV trajo al trono a una nueva dinastía, los Trastámara, y significó el triunfo coyuntural de la nobleza
  • Los reinados de Juan II y Enriue IV en el siglo XV se caracterizaron por múltiples conflictos. A Enrique IV le sucedió su hermana Isabel de Castilla.
En Aragón estalló la guerra civil al enfrentarse el rey Juan II con la nobleza y el clero catalanes (1462-1472). 

El siglo XXI y la Nueva Gran Depresión:
La entrada en la CEE abrió una etapa de crecimiento que duró dos décadas. De 1985 a 2007 España vivió una edad de oro de expansión casi ininterrumpida; con la única excepción de la crisis de 1992-1993, una crisis corta y que el Gobierno solventó con un plan de estabilización al uso y las tradicionales devaluaciones de la peseta. La que estalló en 2007 y se arrastra hasta hoy (sin pistas certeras de cuándo terminará) se trata de la primera crisis que enfrenta España como una economía realmente abierta al exterior y un sistema financiero liberalizado y homologable a los de otras naciones desarrolladas. Y el resultado está siendo una de las depresiones más profundas de nuestra historia.
Los años de crecimiento continuo engordaron el caldo en que fue cocinándose la gran crisis. La desregulación bancaria a uno y otro lado del Atlántico y la internacionalización de la operativa de los bancos españoles facilitaron una burbuja crediticia que derivó en muchos casos en una relajación de la ortodoxia en sus prácticas. Hubo en España una verdadera adicción al crédito, aprovechando que por primera vez en su historia el país se financiaba al mismo tipo de interés que Alemania y por la necesidad de cubrir con capital exterior los enormes déficits de la balanza de pagos. Y de la mano de la burbuja financiera vino la burbuja de la construcción, respaldada por la enorme oferta de suelo que propició la desregulación y la deficiente financiación local (amén de la corrupción); por la demanda de vivienda (principal activo en cartera de los españoles y asequible gracias al crédito); y por la insaciable inversión en infraestructuras públicas no siempre necesarias e impulsadas principalmente por la financiación de las cajas de ahorros.
Los bancos españoles en un principio parecieron soportar bien la crisis que ya sufrían sus hermanosnorteamericanos y europeos, fruto de la regulación que el Banco de España había impulsado para alejarlos de las hipotecas basura de EEUU y para que contaran con reservas genéricas (unas reservas que fueron insuficientes y que, además, empezaron a relajarse en 2005 con permiso del Gobierno). No obstante, los balances de los bancos contaban con grandes cantidades de pasivos que eran préstamos a corto plazo y que tras el colapso del mercado interbancario les obligaron a reducir el crédito. Con el grifo del crédito cerrado, la burbuja de la construcción empezó a explotar y, con ello, a desatarse un imparable incremento del paro (que aún perdura: vamos ya por los 6,2 millones de parados). La crisis bancaria finalmente derivó, pese a los parches y paños calientes que los gobiernos pusieron para aplazarlo, en un rescate del sistema financiero español por parte de la UE el pasado año. Y tras los intentos por evitarlo, al final el Gobierno ha acabado por crear un 'banco malo' para acoger los activos tóxicos inmobiliarios que acumulaban las entidades en sus balances.
Entretanto, la recesión ha estrujado al máximo las cuentas públicas, que han pasado del superávit precrisis a un déficit histórico que aún no se ha conseguido embridar. Y España ha pasado por una auténtica travesía del desierto en forma de crisis de deuda (veremos si ya solventada), con primas de riesgo absolutamente desatadas y que hoy parecen templarse. "Aunque el Gobierno intentaba mantener la ficción, las condiciones impuestas por la UE para el mero anuncio del rescate bancario y la compra de deuda pública implicaban una intervención en toda regla de la política económica española", sostienen los editores de Crisis económicas en España. "España no sólo había cedido la soberanía monetaria, al entrar en el euro, sino también la soberanía de la política económica", apuntan los expertos, que vinculan esta circunstancia con la actual política de recortes del gasto para contener el déficit y con las reformas estructurales que estarían por llegar.